domingo, 16 de noviembre de 2014

Endecha



¿Que haría sin tus canciones? No me acuerdo como llegaste ni que me dijiste la primera vez. Solo recuerdo la esquina, el calor de las maquinas y el ruido del bondi. Y entre todo eso tu voz resplandecía llenando ese vacío que develó su existencia al segundo de escucharte. Ya nada fue igual. Imágenes volaban mientras el dios viento me elevaba por sobre todas las cosas. Esas caricias al alma que nos regalan los espíritus como el tuyo. Mi cabeza implosiona y me entiendo un poco mas. Todo fluye mientras se imprimen tus palabras en mis ojos. Me inundo de tu cadencia y entiendo que aún hoy, no pedís nada a cambio.

Un día de te vi en un mundo de flores junto a mi sol naciente. Nunca voy a olvidar eso que generaste. Esa sonrisa inmortal que inyectó en mi la mas poderosa esperanza jamas sentida. Rodeados de hermanos por asociación, nos contaste mil historias sobre la vida y la muerte. Intentamos saltar pero nos quedamos sin aire de tanto gritarte. Vos feliz, nosotros aún mas. Bastó con vernos solo una vez para acompañarnos por siempre.

La percepción de todo lo conocido, fue irremediablemente re descubierta bajo tu frío manto de poesías. Volvimos a adentrarnos en el invierno nuevamente, mientras ese tortuoso movimiento en tus ojos se acercó y tocó mi cara. Una canción de cuna para quienes perdieron todo. Concédeme el sueño y dejaré que la lluvia lave todos mis pecados. Solo así podré ver el sol ponerse sobre tu parque de aguas negras.